La cátedra de paz del ciclo contextual
Una experiencia para re-mediar los conflictos en adolescentes:
Por: Melissa Vera Murcia – Docente Ciencias Sociales/ Ciclo Contextual
La Cátedra de Paz 1 se ha implementado en el Instituto Alberto Merani desde el año 2016, en los cursos B del ciclo Contextual.
En ella se trabajan algunas de las competencias socioafectivas establecidas para el ciclo contextual: Flexibilidad, conflicto consigo mismo y conflicto con los otros, desde un enfoque de Paz Imperfecta. Esto es, desde una perspectiva que no ve los conflictos como algo negativo en sí mismo que debe ser erradicado, sino que los acepta como una parte fundamental e indispensable en el desarrollo de todo ser humano.
Esto es particularmente importante si consideramos la edad de desarrollo en la que se encuentran los estudiantes que cursan la asignatura.
Los estudiantes del nivel B del ciclo contextual se encuentran en plena adolescencia nuclear. Atraviesan por cambios bioquímicos, principalmente hormonales, que transforman radicalmente su apariencia física y ponen sus emociones a flor de piel. Empiezan a cuestionar su propia identidad y a desafiar la autoridad de los adultos. Conforman grupos de amigos, que ocupan el rol de los adultos en la regulación de sus comportamientos sociales y en la referenciación de sus valores y marcos de acción ética; y a partir de ello se enfrentan a la tensión fundamental: Ser ellos mismos o ser cualquiera.
Esto es, retomar sus propias ideas, comportamientos y marcos éticos (muchos de los cuales provienen del entorno familiar), o sacrificar algunas de estas cosas para ser aceptados por sus pares.
Todos estos cambios, propios del momento de desarrollo en el que se encuentran, implican conflicto consigo mismos, con sus pares y con los adultos.
En este contexto lo que busca la Cátedra no es que los estudiantes no tengan más conflictos en su vida cotidiana, sino que puedan comprenderlos, gestionarlos por sí mismos de manera no violenta y aprender de ellos para futuras situaciones. En pocas palabras, lo que se quiere es que puedan tener mejores conflictos.
Así, durante el primer trimestre, los estudiantes se dedican a comprender qué es un conflicto y cómo se diferencia de conceptos próximos, pero que definitivamente no son iguales, como la agresión o el matoneo (en cualquiera de sus manifestaciones).
Observan conflictos consigo mismos y conflictos interpersonales para comprender las causas profundas que hay detrás de estos y las posiciones de los actores involucrados. En principio, lo hacen a través de casos hipotéticos, y posteriormente, retomando sus propias situaciones de conflicto.
Esta fase del curso culmina con una puesta en escena denominada “Museo del conflicto”, que es una didáctica de evaluación formativa, en la cual cada estudiante trae un objeto, o la imagen de un objeto, que le evoque una situación de conflicto significativa. Además de analizar los conflictos a la luz de los conceptos de la clase, el anonimato de los objetos que componen el museo, sirve como excusa para que los estudiantes exterioricen tensiones emocionales y experiencias dolorosas, que en otros contextos no han logrado poner fuera.
Esto no sólo resulta catártico para los estudiantes que conforman el museo, sino que constituye un mecanismo para que otros estudiantes que estén viviendo situaciones semejantes, puedan identificarse y así notar que no son los únicos en pasar por ello.
Muestra de objetos del museo del conflicto 2018
En el segundo trimestre, los estudiantes abordan diversas vías de resolución de conflictos y mecanismos de afrontamiento de los mismos. Luego de ver cada una de las implicaciones que tienen las distintas vías y mecanismos, se llega a la negociación como el mecanismo de afrontamiento más constructivo.
En este punto, se didactiza la metodología de mesas de negociación por fases y roles. Tomando como referencia el diseño del proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, se llevan a cabo mesas de negociación con tres momentos y roles principales. Fase exploratoria: En esta fase las partes en conflicto se reúnen por separado con los facilitadores, quienes encuentran los puntos en común de sus respectivas peticiones. Cada una busca convencer a la otra de su deseo para negociar, y lo hace a través de gestos unilaterales de buena voluntad.
Fase de diálogo: Durante esta fase, los mediadores reúnen a las dos partes para discutir los puntos de la agenda común que construyeron con los facilitadores en la fase anterior. Es una fase en la cual se requiere de escucha activa orientada a la comprensión, para lograr entender las motivaciones de la acción del otro y de este modo salir de la propia posición y buscar puntos intermedios o acuerdos. Fase de implementación: En esta fase los garantes establecen términos y plazos para el cumplimiento de los acuerdos y a través de la observación directa y la verificación con cada una de las partes, se vela por la efectiva terminación del conflicto y su no repetición.
El segundo trimestre culmina con la realización de una mesa de negociación a cargo de los estudiantes de nivel B en los cursos A del ciclo contextual. En el proceso, los estudiantes se dividen los roles y exploran los posibles conflictos al interior de cada curso.
El hecho de que la exploración y la mediación de los conflictos se realice entre estudiantes, siendo los profesores únicamente observadores y garantes del proceso, permite visibilizar aspectos que pueden escapar a la visión del adulto y apunta a que las reflexiones sean más significativas y sinceras por el hecho de que se haga entre pares.
A raíz de las experiencias favorables que ha tenido esta intervención en el ciclo, las mesas de negociación se han vuelto mecanismos complementarios a las comisiones éticas. Las mesas de negociación se emplean para tratar conflictos, mientras que las comisiones éticas se llevan a cabo en casos de agresión.
Para el último trimestre, los estudiantes finalmente se acercan al concepto de paz. Lo relativizan, es decir, lo abordan desde distintos contextos, y se concentran en el concepto de paz imperfecta, entendido como un marco ético para cuidar de sí mismo, los otros, el ambiente y respetar los compromisos en el contexto inmediato de nuestras interacciones: la cancha, el sistema de transporte, el parque.
Este trimestre culmina con una campaña que llama a la conciencia de todos los estudiantes del ciclo, sobre el rol que tienen en los distintos contextos en los que interactúan habitualmente, y les propone acciones básicas de cuidado en cada uno de ellos.
Gracias a la paz imperfecta se puede llegar a un acuerdo de forma pacifica sin necesitar la violencia. Lo primero es tratar de distensionarse y distensionar el ambiente, por difícil que resulte, como puede pasar cuando haces algo y tu mamá te quiere pegar.
Muestra campañas Paz Imperfecta 2018.
Así, la Cátedra de paz busca ser un engranaje que, articulado al trabajo del equipo de ciclo y del área de psicopedagogía, permita avanzar en un enfoque preventivo de situaciones de riesgo emocional y de conflicto violento en el ciclo contextual.
En ella se trabajan algunas de las competencias socioafectivas establecidas para el ciclo contextual: Flexibilidad, conflicto consigo mismo y conflicto con los otros, desde un enfoque de Paz Imperfecta. Esto es, desde una perspectiva que no ve los conflictos como algo negativo en sí mismo que debe ser erradicado, sino que los acepta como una parte fundamental e indispensable en el desarrollo de todo ser humano.
Esto es particularmente importante si consideramos la edad de desarrollo en la que se encuentran los estudiantes que cursan la asignatura.
Los estudiantes del nivel B del ciclo contextual se encuentran en plena adolescencia nuclear. Atraviesan por cambios bioquímicos, principalmente hormonales, que transforman radicalmente su apariencia física y ponen sus emociones a flor de piel. Empiezan a cuestionar su propia identidad y a desafiar la autoridad de los adultos. Conforman grupos de amigos, que ocupan el rol de los adultos en la regulación de sus comportamientos sociales y en la referenciación de sus valores y marcos de acción ética; y a partir de ello se enfrentan a la tensión fundamental: Ser ellos mismos o ser cualquiera.
Esto es, retomar sus propias ideas, comportamientos y marcos éticos (muchos de los cuales provienen del entorno familiar), o sacrificar algunas de estas cosas para ser aceptados por sus pares.
Todos estos cambios, propios del momento de desarrollo en el que se encuentran, implican conflicto consigo mismos, con sus pares y con los adultos.
En este contexto lo que busca la Cátedra no es que los estudiantes no tengan más conflictos en su vida cotidiana, sino que puedan comprenderlos, gestionarlos por sí mismos de manera no violenta y aprender de ellos para futuras situaciones. En pocas palabras, lo que se quiere es que puedan tener mejores conflictos.
Así, durante el primer trimestre, los estudiantes se dedican a comprender qué es un conflicto y cómo se diferencia de conceptos próximos, pero que definitivamente no son iguales, como la agresión o el matoneo (en cualquiera de sus manifestaciones).
Observan conflictos consigo mismos y conflictos interpersonales para comprender las causas profundas que hay detrás de estos y las posiciones de los actores involucrados. En principio, lo hacen a través de casos hipotéticos, y posteriormente, retomando sus propias situaciones de conflicto.
Esta fase del curso culmina con una puesta en escena denominada “Museo del conflicto”, que es una didáctica de evaluación formativa, en la cual cada estudiante trae un objeto, o la imagen de un objeto, que le evoque una situación de conflicto significativa. Además de analizar los conflictos a la luz de los conceptos de la clase, el anonimato de los objetos que componen el museo, sirve como excusa para que los estudiantes exterioricen tensiones emocionales y experiencias dolorosas, que en otros contextos no han logrado poner fuera.
Esto no sólo resulta catártico para los estudiantes que conforman el museo, sino que constituye un mecanismo para que otros estudiantes que estén viviendo situaciones semejantes, puedan identificarse y así notar que no son los únicos en pasar por ello.
Muestra de objetos del museo del conflicto 2018
En este punto, se didactiza la metodología de mesas de negociación por fases y roles. Tomando como referencia el diseño del proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, se llevan a cabo mesas de negociación con tres momentos y roles principales. Fase exploratoria: En esta fase las partes en conflicto se reúnen por separado con los facilitadores, quienes encuentran los puntos en común de sus respectivas peticiones. Cada una busca convencer a la otra de su deseo para negociar, y lo hace a través de gestos unilaterales de buena voluntad.
Fase de diálogo: Durante esta fase, los mediadores reúnen a las dos partes para discutir los puntos de la agenda común que construyeron con los facilitadores en la fase anterior. Es una fase en la cual se requiere de escucha activa orientada a la comprensión, para lograr entender las motivaciones de la acción del otro y de este modo salir de la propia posición y buscar puntos intermedios o acuerdos. Fase de implementación: En esta fase los garantes establecen términos y plazos para el cumplimiento de los acuerdos y a través de la observación directa y la verificación con cada una de las partes, se vela por la efectiva terminación del conflicto y su no repetición.
El segundo trimestre culmina con la realización de una mesa de negociación a cargo de los estudiantes de nivel B en los cursos A del ciclo contextual. En el proceso, los estudiantes se dividen los roles y exploran los posibles conflictos al interior de cada curso.
El hecho de que la exploración y la mediación de los conflictos se realice entre estudiantes, siendo los profesores únicamente observadores y garantes del proceso, permite visibilizar aspectos que pueden escapar a la visión del adulto y apunta a que las reflexiones sean más significativas y sinceras por el hecho de que se haga entre pares.
A raíz de las experiencias favorables que ha tenido esta intervención en el ciclo, las mesas de negociación se han vuelto mecanismos complementarios a las comisiones éticas. Las mesas de negociación se emplean para tratar conflictos, mientras que las comisiones éticas se llevan a cabo en casos de agresión.
Para el último trimestre, los estudiantes finalmente se acercan al concepto de paz. Lo relativizan, es decir, lo abordan desde distintos contextos, y se concentran en el concepto de paz imperfecta, entendido como un marco ético para cuidar de sí mismo, los otros, el ambiente y respetar los compromisos en el contexto inmediato de nuestras interacciones: la cancha, el sistema de transporte, el parque.
Este trimestre culmina con una campaña que llama a la conciencia de todos los estudiantes del ciclo, sobre el rol que tienen en los distintos contextos en los que interactúan habitualmente, y les propone acciones básicas de cuidado en cada uno de ellos.
¿Cómo resolver una pelea familiar?
Gracias a la paz imperfecta se puede llegar a un acuerdo de forma pacifica sin necesitar la violencia. Lo primero es tratar de distensionarse y distensionar el ambiente, por difícil que resulte, como puede pasar cuando haces algo y tu mamá te quiere pegar.
Muestra campañas Paz Imperfecta 2018.
Así, la Cátedra de paz busca ser un engranaje que, articulado al trabajo del equipo de ciclo y del área de psicopedagogía, permita avanzar en un enfoque preventivo de situaciones de riesgo emocional y de conflicto violento en el ciclo contextual.
Glosario
- Cátedra de Paz:En sus fundamentos teóricos, el curso recoge dos fuentes: la propuesta "Transformación de conflictos cotidianos desde la paz como cultura" del Observatorio para la paz; y el borrador del pensum de Cátedra de Paz para el grado séptimo diseñado por la Universidad de Los Andes (Grupo de Enrique Chaux).