Como todos sabemos, el ICFES o la prueba de estado Saber 11 determina las opciones que tendremos cuando nos graduamos del Instituto. No es fácil poner a prueba todo lo que hemos aprendido durante nuestro bachillerato, así como enfrentarnos a uno de los puntos de quiebre más representativos entre la vida escolar y universitaria. Con todo lo anterior uno de los factores que más influyen en nuestro desempeño en la prueba es nuestro estado anímico.

En este estado anímico juega un papel importante La Ceremonia del Lápiz. La iniciativa surgió gracias a Alejandra Cordon, egresada del 2015, quien buscó solventar la necesidad de crear espacios que nos permitieran tanto a estudiantes como a profesores tener mejores procesos de cierre. Esta ceremonia se lleva a cabo pocos días antes de la prueba de estado con el propósito de alivianar un poco toda esta tensión. Para realizarla, cada uno de nosotros, los estudiantes de Proyectivo C, debe seleccionar a un profesor que haya marcado significativamente nuestro paso por el Instituto. La elección del docente que nos entregará el lápiz con el que presentaremos la prueba de estado es muy difícil, ya que todos a su manera han construido quiénes somos hoy en día.

En la ceremonia, intercambiamos emotivas palabras que cargan este lápiz de buena energía, palabras que nos recuerdan el poco tiempo que nos queda siendo estudiantes del Merani. Este evento se sella con un abrazo y con deseos de éxito para cada uno de nosotros por parte de los docentes que más apreciamos. Cuando se ahonda en lo que representa esta ceremonia para los docentes, el profesor Henry Sampedro encuentra que es importante resaltar que se ha mantenido a lo largo del tiempo, debido a que ayuda a los estudiantes a que fortalezcan los vínculos con los profesores y a que sientan confianza para realizar la prueba.

“La empezamos a implementar como una forma de agradecimiento y de despedida de los muchachos a los docentes que han sido más significativos para ellos. La ceremonia tiene un valor ritual que para los profesores representa el alcance simbólico de su trabajo. La profesión docente, hecha con pasión, tiene una alta calidad humana que va más allá de lo económico; y es aquí, cuando ustedes se dirigen a sus profesores, en donde se ve ese altísimo valor que puede tener. En esa medida el espíritu de la ceremonia hace que se le dé mayor sentido social y antropológico a ser profesores”, asegura el profesor Henry.

Es por todo lo anterior que invito a las promociones que vienen a que reflexionen sobre la importancia de los docentes en nuestro proceso formativo y, que así mismo, se tomen la Ceremonia del Lápiz con la seriedad que merece.