¿Qué hay después del IAM?

Por: Antonio Cortés y Andrés Otalora
Es en los últimos cursos del colegio en donde creamos más miedos, metas y proyecciones sobre nosotros mismos. Desde pequeños nos preguntan o imaginamos “¿cómo estaré en 10 años?”, “¿quién seré de adulto?” o “¿qué voy a estudiar?”. Pero cuanto más nos acercamos al inicio de una vida por fuera del colegio, más nos preguntamos sobre cómo será nuestra vida en adelante.
Hemos analizado estos interrogantes junto a un grupo de estudiantes de Proyectivo C 2018 a punto de culminar su proceso escolar. A continuación, exponemos las expectativas que tienen sobre el futuro.
Por ejemplo, David Mosquera quiere: “Ser reconocido por ser un caballero, una persona que más allá de sus ideas y sentimientos sea imagen de respeto, confianza y discusión desde la razón”. Además, comparte con otros compañeros también entrevistados la cualidad de integridad. Y comparten la idea de querer ser personas reconocidas por: “seguir mis principios en todo momento y lugar, por ser un ser humano íntegro”, como nos dice Nicolás Uribe en su entrevista. Por otro lado, están las personas que buscan que su reconocimiento se base más en quienes estuvieron en su vida, los que quieren: “Que cuando la gente piense en mí piense en todos los rostros de las personas a las que pude ayudar, quiero que se me reconozca por lo que pude entregar, que en mí reconozcan la vida de otras personas que impacté y me impactaron”, nos dijo Mariana Plazas.
El ambiente especial y diferente que ofrece esta institución, en términos de libertad de expresión y calificación de actitudes, en comparación con la educación tradicional, hace particularmente difícil encontrar esas mismas libertades en los ambientes externos. Las opiniones de los estudiantes de Proyectivo C coinciden en eso como el principal obstáculo por enfrentar en la vida afuera del Merani.
El éxito para cada persona es muy distinto, cada uno, a partir de sus propias metas o estándares personales y morales, tiene una perspectiva sobre el éxito. El éxito de unos puede ser: “Desde que yo pueda tomar decisiones y que el contexto no sea quien tome las decisiones por mí, creería que estoy siendo exitoso”. Mientras que el éxito de otros puede depender de la respuesta a una pregunta tan trascendental como personal: “Si en este momento fuera el último segundo de mi vida y me preguntaran si valió la pena vivir, si fui feliz con mi vida mi respuesta sería sí y para mí el éxito serio poder responder exactamente lo mismo en un futuro”.
Hemos analizado estos interrogantes junto a un grupo de estudiantes de Proyectivo C 2018 a punto de culminar su proceso escolar. A continuación, exponemos las expectativas que tienen sobre el futuro.
¿Por qué quieres ser reconocido?
Es claro que cuando se les pregunta a los estudiantes por el reconocimiento en su futuro se ven como personas que han hecho acciones que merecen ser recordadas, un bien para los otros o para sí mismos. Por supuesto, cada respuesta es diferente, pero se destaca el que todas se relacionen con la búsqueda de cierta realización personal, la búsqueda de priorizar el ser una persona íntegra y dispuesta a ayudar por encima de cualquier objetivo cuantificable y que este sea el motivo para ser recordados.Por ejemplo, David Mosquera quiere: “Ser reconocido por ser un caballero, una persona que más allá de sus ideas y sentimientos sea imagen de respeto, confianza y discusión desde la razón”. Además, comparte con otros compañeros también entrevistados la cualidad de integridad. Y comparten la idea de querer ser personas reconocidas por: “seguir mis principios en todo momento y lugar, por ser un ser humano íntegro”, como nos dice Nicolás Uribe en su entrevista. Por otro lado, están las personas que buscan que su reconocimiento se base más en quienes estuvieron en su vida, los que quieren: “Que cuando la gente piense en mí piense en todos los rostros de las personas a las que pude ayudar, quiero que se me reconozca por lo que pude entregar, que en mí reconozcan la vida de otras personas que impacté y me impactaron”, nos dijo Mariana Plazas.
El ambiente especial y diferente que ofrece esta institución, en términos de libertad de expresión y calificación de actitudes, en comparación con la educación tradicional, hace particularmente difícil encontrar esas mismas libertades en los ambientes externos. Las opiniones de los estudiantes de Proyectivo C coinciden en eso como el principal obstáculo por enfrentar en la vida afuera del Merani.
Los obstáculos por fuera del Merani
La gran pregunta que como meranistas nos solemos hacer (y algunos profesores nos inculcan) es ¿qué tan hostil es el ambiente de afuera? y el reflejo está en la respuesta del mismo Mosquera: “El obstáculo más difícil de afrontar va a lograr ser yo mismo, ya que el colegio es un espacio amigable para poder desarrollarse libre y, desafortunadamente, afuera de esa burbuja el ambiente es hostil”.El éxito para cada persona es muy distinto, cada uno, a partir de sus propias metas o estándares personales y morales, tiene una perspectiva sobre el éxito. El éxito de unos puede ser: “Desde que yo pueda tomar decisiones y que el contexto no sea quien tome las decisiones por mí, creería que estoy siendo exitoso”. Mientras que el éxito de otros puede depender de la respuesta a una pregunta tan trascendental como personal: “Si en este momento fuera el último segundo de mi vida y me preguntaran si valió la pena vivir, si fui feliz con mi vida mi respuesta sería sí y para mí el éxito serio poder responder exactamente lo mismo en un futuro”.