

Novak Djokovic alguna vez dijo: “el tenis es un deporte mental, todos están en forma, todos dan buenos derechazos y todos dan buenos reveces”. Cuando leí esta frase por primera vez, entendí que era la mentalidad lo que hacía al número 1 diferente al número 1000, y aunque eso es cierto, creo que esa frase también tiene otro sentido y ese sentido esta más enfocado hacia cuánta presión logra resistir un jugador bajo ciertas condiciones.
Ahora más que nunca, el tema de la salud mental ha empezado a volverse algo mucho más relevante en la vida de todos, y la vida de los jugadores de tenis no es una excepción, sin embargo, para entender un poco más el significado que le di a esta frase, quizá sería importante citar ciertos ejemplos de jugadores a lo largo de la historia reciente.
La mayoría de gente está familiarizada con figuras como Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic, las hermanas Serena y Venus Williams o Maria Sharapova, pero ni siquiera figuras tan grandes como ellos han logrado escapar del gran peso que este deporte acarrea. El mismo Federer ha declarado abiertamente tener varios combates contra la depresión, en especial después del US Open de 2018, en donde se encontró en situaciones “incomodas” y sentía que “no tenía aire”. Federer perdería ese partido de cuarta ronda. Es interesante ver cómo uno de los mejores de todos los tiempos incluso tuvo momentos en los que su salud mental perjudicó su rendimiento. Probablemente esto no ocurrió solo por el calor de 30 grados centígrados que hubo en ese partido, sino también por el alto esfuerzo que este deporte demanda físicamente. También, cabe aclarar que, aunque Federer es de los más talentosos, ya cumplía 20 años de haberse convertido en profesional, y el esfuerzo físico que requería ser número 1 del mundo se volvió mucho mayor del que su cuerpo podía soportar, y de ahí la depresión que el declaró tener.
De todos los deportes, el tenis tiene la particularidad de que el éxito puede ser muy bueno o muy malo, ya que en un inicio ser exitoso atrae más patrocinadores, pero también muy malo porque en un futuro ese éxito empieza a pesar más en el jugador, sobre todo si este no está teniendo un buen rendimiento en la cancha. Casos como este se han visto muchos. Uno que llama la atención es el de Naomi Osaka, la 4 veces campeona de Grand Slam ha tenido ciertas complicaciones a la hora de dar entrevistas, debido a que el rápido ascenso de esta joven estrella también vino acompañado de agrias derrotas, que a los muy minuciosos ojos de la prensa internacional podían dar lugar a preguntas con las que ella no estaba de acuerdo.
Aunque los jugadores tampoco se encuentran indefensos, muchos jugadores deciden tomar descansos de ciertos torneos para darse un respiro. Este es el caso de Iga Swiatek, la actual número 1 del mundo, que ha ganado 3 Grand Slam, optó por no representar a Polonia en el mundial de tenis femenino de este año debido a que, en su opinión, el calendario “no es seguro” porque les exige tener que ir de una zona horaria a la otra en menos de un día. En varias ocasiones, Swiatek ha donado la totalidad de sus premios en dinero por los torneos a organizaciones dedicadas a la salud mental.
El tenis puede ser un poco brutal en la manera en que trata a sus jugadores, muchas veces estos se ven atrapados en momentos en sus carreras que sienten que ya no son tan buenos como lo eran antes, o también que su rápido ascenso a la fama les impone una presión extraordinaria, lo que no les permite disfrutar su juego. Sin embargo, es la mentalidad de salir adelante lo que los hace mejores, algunas veces solo necesitan no asistir a un torneo para poder recuperarse mentalmente, o también no responder a las preguntas de la prensa. Cada uno de estos jugadores que se encuentra enfrentando alguna clase de adversidad tiene su propia manera de salir adelante. Al parecer todos ellos han llegado a un punto de break, como dicen en el deporte blanco, en el que al parecer la adversidad va a prevalecer, pero la clave está en encontrar maneras de ganarle a la adversidad.
Aunque la mayoria de tenistas tienen esta mentalidad de superacion, tambien hay que “normalizar” que en ocasiones las cargas que estos llevan son mucho mas de las que pueden soportar, y por ende su rendimiento se ve afecta, y eso termina afectando toda su vida.
El tema es que el tenis como deporte en cierta manera se encuentra diseñado para castigar a la gente que pierde, por ejemplo: si en un año ganaste un torneo de 1000 puntos, se añadirá esa cantidad de puntos a tu ranking, así se decide el número 1 del mundo, pero si al año siguiente no ganas ese torneo de nuevo, esos 1000 son retirados totalmente de tu puntaje. Ese fue el peculiar caso de Emma Raducanu, antes del US Open de 2021 estaba en la posición número 150 del ranking. Raducanu disfrutó de un torneo “de película” en el que se convirtió en la primera jugadora en haber ganado el torneo de clasificación para luego ganar el torneo, todo esto sin perder un solo set, lo que dejó a Raducanu en el top 25 del mundo. Pero, en septiembre de 2022, mes en el que Raducanu se encontraba en el top 10, perdió en la primera ronda del US Open, por lo que los 2040 puntos que gano en 2021 fueron retirados, dejándola en el lugar número 83. Aunque ella decidió tomar esta caída tan abrupta en el ranking como una oportunidad para acostumbrarse poco a poco a jugar con más regularidad, vale la pena decir que probablemente no todos los jugadores piensen que esto es una buena oportunidad.
Al parecer el Tenis como deporte está diseñado para llevar a los jugadores a un Break Point mental, en el que la mayoría decide utilizar estos momentos para fortalecerse mentalmente, pero en algún momento todo el peso de este deporte es mucho más del que se puede tolerar, y esto cobra una factura en el rendimiento de estos atletas, pero aún más en su salud mental.
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