AULA DE ÍCARO CONTEXTUAL

Instrucciones para partirse el labio

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Curiosidad
Primer paso: usar la curiosidad. La curiosidad es fruto de varios accidentes, es lo que servirá de base para poder partirse el labio. Con base en esto, el siguiente paso es hacer que la curiosidad sirva sobre algo que no se debería hacer. Un claro ejemplo, es poner tu cara justo delante de un péndulo y apuntar que este te golpee la cabeza.

Inicio
Para tomar el ejemplo anterior, usamos un columpio y se gradúa la fuerza y puntería. Se empieza a empujar el columpio con fuerza. Cabe resaltar que no necesariamente pueden ser dos personas, puede ser únicamente una. Se sigue empujando el columpio hasta llegar a un punto en el que agarre suficiente fuerza.

Acción
Ya con suficiente fuerza en el columpio, cuando se esté devolviendo de adelante hacia atrás, en un lapso de 1 segundo la persona se corre al final del recorrido del péndulo. Cuando llegue adelante, hay que acomodar el cuerpo de tal forma que los labios queden en la comisura del sillín.

Efecto
Con lo anterior, puede que no funcione a la primera ya que la persona puede estar a una distancia suficientemente larga para que el columpio únicamente le roce. Así que lo mejor será acercarse hasta que la comisura del sillín llegue a los labios. Tenga cuidado de que no afecte a ninguna otra parte de la cara (y/o cuerpo) y que no se rompan los dientes. Hecho esto, tus labios se rompen.

Consecuencias
Anteriormente dice que puede afectar a cualquier otra parte del cuerpo o los diente. Hay que tener cuidado en caso de que pase esto y quieres seguir con tu meta de romperte el labio. Sigue, no abandones tus metas. Si se ha hecho todo bien, ¡felicidades, te partiste el labio! pero si no sangra, está mal hecho. Si llega a sangrar, haz dos cosas: ve a limpiarte la herida o no hagas nada, es tu decisión.