¡Hola mi niña!

Portada
Logo Ícaro
ÍCARO
OPINIÓN IAM


Alguien me ha pedido que te escriba, es mi primera vez, y no sé por qué tanto temor a encontrarte, si se supone que vives dentro de mí, o ¿es que estás dormida?, ¡será miedo!; miedo a perder tu esencia que hoy me gustaría volver a recuperar, ¿recuperar?, buena pregunta.

Pero pensándolo bien hay algo que no he perdido de ti y es la capacidad de sonreír, de mostrar un gran semblante en mi rostro a pesar de las circunstancias, te cuento que es recurrente que las demás personas me lo digan con mucha frecuencia, pero hasta hoy que quiero hablarte, caigo en la cuenta que te lo debo a ti y de lo importante que es sonreír. Entonces creo que sigues aquí, pero te he ignorado, perdóname por eso por favor.

¡Óyeme! ¿Niña sigues aquí? quiero pedirte que me ayudes a sanar , pero de verdad, cada herida que tuvimos en el pasado, cada momento en que quisiste ser una niña libre de expresar lo que sentías pero con el temor de ser abandonado... “oye” ¡NO!, no, no te pongas triste, tu mamá no estuvo nunca, 3 veces tal vez después de tus primeros 6 años, ya no lo recuerdo, pero a pesar de ello, alguien,_ ella_, sin saber lo que representaba ser mamá de alguien que no nació de su ser, en realidad intentó hacerlo y serlo, recuerda eligió serlo, es lo importante, no la juzgues más, a ninguna de las dos, eso debo agradecértelo mi niña, el ya no juzgar porque gracias a ti tengo la certeza que trato de ser una gran mamá, donde el amor es la luz, la guía, ¡así que si sigues acá!, eres mi gnosis, a veces creo que ser mamá es como hacer magia, y tú eres esa fuerza natural, no sobrenatural; recuerdo de niña, muy niña siempre te lo preguntabas, ¿qué tan fácil es hacer magia?, pensé que lo era, me refiero a fácil, pero aunque no lo sea es lo que trato de hacer en mi rol de adulta de esposa y de madre actualmente, convertir las dificultades en oportunidades, en cosas extraordinarias, bueno no me quiero exceder de trascendental, ¿viste? allí vuelvo a limitarme, a querer callarme, pero no, esa es mi lucha, mi niña se supone que tú puedes expresar con naturalidad lo que sientes y piensas sin hacer daño a los demás, eso lo he intentado seguir, quiero recuperarlo de ti en medio del miedo que sentía a tu edad, pero hoy reconozco que te necesito, ven despierta ya, por favor, quiero reconocerte en mí, dentro de mí.

Recuerdo que te gustaban las matemáticas, hoy gracias a ti puedo lograr que a niños como tú les guste también y les motive aprenderlas. Ya no manejo bicicleta como cuando niña con esa pasión, prometo volver a hacerlo, admiro cuando hacías las coreografías de baile con tus amigas de la cuadra, canalizabas todas las emociones y las desbordabas con el sudor que salía de ti, te cuento que sigo bailando en fiestas, suelta con ya no tantas amigas, o ya en pareja con mi esposo, o en alguna actividad con los niños que comparto a diario, siento que en muchos de ellos ignoraba verte, eso pensaba, pero NO , de ahora en adelante te reconoceré y pensaré cada vez que ellos me cuentan sus historias, en ti, prometo que no te abandonaré, porque sé que tú siempre has estado aquí.

Hoy confirmo que escribirte mi niña, es una gran terapia, te abrazaré y no te soltaré, ¡ya no!, de ti he aprendido a ser fuerte y a la vez frágil, hoy quiero pedirte perdón por ignorarte, por hacerte invisible, por olvidarte, ¡sí olvidar!, no recuerdo aquellos episodios que me hicieron sufrir, pero no, NO, eso no era la mejor forma, tenemos que recordar, para sanar esas heridas que dudo se hayan cerrado, aunque te juro que lo he intentado muchas veces, creo que no he fallado en los intentos, pero sé que estoy tranquila, no quiero despedirme, no voy a despedirme, mejor te hago la invitación de que sigas despierta en mí, voy a llamarte “Dechy” como me llamaban de chiquita, y que ahora no entiendo porque no me gustaba que lo hicieran, ya no me interesa entender, mejor comprender para continuar, eres muy valiente al escucharme , eres un ser que admiro, voy a escucharte más a menudo, lo prometo, tu voz me calma y me abraza, ya no cuidaran de ti, ahora tú cuidarás de mí, no dejaré que te alejes, estoy contigo.

Espero escucharte en el sonido impetuoso del silencio, y escuchar un poco más lo que piensas dentro de mí.

Con amor,
Desiré