Murciélagos en el ciclo Conceptual del 2020

4 de noviembre de 2020
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EXCELENCIA IAM


Iniciamos el 2020 con muchas expectativas, todos los planes y reuniones previas a la bienvenida del nuevo año con las aulas llenas, anunciaban que iba a ser un año de transformación, de nuevos planes e inmenso aprendizaje.

Oíamos en las noticias constantes anuncios sobre un nuevo virus de rápida propagación, pero en China. Como era de esperarse las niñas y los niños del Ciclo Conceptual estaban muy enterados, constantemente escuchaba conversaciones en los pasillos y en las clases como:

“Mira que el Coronavirus es un virus que viene que los murciélagos”
“¿Los chinos comen murciélagos?”.
“¡Uy qué asco!”.
“Sí, mi papá me contó que ellos comen muchas cosas que nosotros no”.
“Es cierto, eso lo he leído y además sale en algunas historietas”.

Era febrero y no presentíamos cuánto esas historias que estaban al otro lado del mundo nos iban a transformar. Sin embargo, tan solo un mes después con la declaración de Pandemia por la OMS, sabíamos que teníamos que buscar estrategias pues el virus estaba en las puertas de Colombia. Algunos niños y niñas del ciclo ya se veían preocupados cuando veían niños o adultos con gripa, algunos los tomaban como broma y se volvían médicos expertos al diagnosticar el virus entre sus compañeros.

Llegó el domingo 15 de marzo, y en la mañana recibimos la notica que se cerraba en la presencialidad nuestra segunda casa. El IAM se trasladaba a los más de mil hogares de niños, administrativos, directivos y docentes, toda una comunidad educativa enfrentada a un panorama incierto.

Los primeros días los profes en compañía y guía de los directivos estuvimos largas horas revisando cómo re-inventarnos y enfrentarnos a una educación virtual, en realidad desconocida para varios de nosotros. Las niñas y los niños del ciclo Conceptual comenzaron a enfrentar esta situación de la manera más valiente posible. Nuestras primeras conexiones nos mostraban muchos rostros sonrientes, con emoción por no perder el contacto con sus compañeros, con sus profes. Pero también detrás unas familias con inmenso compromiso, a pesar de una normal preocupación e incertidumbre.

Nuestros hogares, esos espacios tan llenos de intimidad y que hasta febrero eran un diferenciador de las rutinas de la semana, se convirtieron en el único micro-universo para todos.

Sin duda para las niñas y los niños del ciclo no fue fácil, varios niños preocupados por la situación de salud de sus familiares, la falta del contacto con sus amigos, de las risas, del botellita challenge, de las escondidas, de los torneos de bey-blade, de los bailes al sonido de la salsa de la clase de gimnasia, de las visitas a la biblioteca, de la expectativa para presentar los mejores trabajos en la jornada de excelencia, de los espacios de hermanos mayores y menores… En fin, podría seguir enumerando miles de experiencias que circundan e identifican a nuestro Ciclo Conceptual, las cuales extrañamos y son soporte en tiempos difíciles.

Sin embargo en la medida en la que nos adaptamos a las etapas de la virtualidad, las niñas y los niños iban mostrando su deseo por aprender, las preguntas, las exposiciones de interés, la culinaria, las expediciones a lugares insospechados en la presencialidad, los conceptos, las inferencias, las fuentes pertinentes de información, entre otras se convirtieron en la ruta de navegación de los docentes y de los niños. Poco a poco comenzamos a disfrutar de los videos que compartíamos, de los sub-grupos, de la participación en los foros, las convivencias, de escucharnos la voz y comentar cosas que pasaban en casa, con las mascotas, hermanos, y padres o familiares cercanos.

Detrás de todo esto, el amor, la creatividad, el compromiso, los espacios y tiempos sin límite de los docentes del ciclo. Además del cuidado, la comprensión y sintonía de la mayoría de las familias. Pero sin duda, del afecto, motivación y capacidad de adaptación de las niñas y los niños del Ciclo Conceptual.

Son tiempos inciertos, pero llenar nuestro hogar con las risas que se transmiten a través de la pantalla hace que se la esperanza persista.

Por: Bibiana Rodríguez (Coordinadora del ciclo Conceptual)




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