Para la asignatura de Historia de la Humanidad, la estudiante Celeste realizó un escrito que tuvo como objetivo relativizar la posición personal de la estudiante problematizando los impactos psicosociales que implica la guerra sobre el cuerpo de las personas. Para ello, el escrito se desarrolla desde el punto de vista de un soldado alemán en Normandía, 1944.
Los docentes Adrián Montoya y Melissa Vera del Área de Sociales comparten este trabajo de la estudiante y destacan que una de las derivadas del balance de la estudiante fue elevar su reconocimiento social.
3 de junio de 1944 – Libertad
Dentro del humo se observaban estrellas...impactaban cada una en la playa moviendo la arena que no se escondía de su ahora normal vista, mientras mis compañeros de guerra corrían para asomarse a la muerte, yo solo me preguntaba como jugar con esta, a aquellas escondidas en los campos de mi país...realmente olvide como era mi bella Alemania. Por eso entré aquí, pero si al final el recuerdo no iba a ser más que algo pasajero, ¿porque ganarme el nombre de opresión y no de libertad?
Igualmente intentaba recordar algunas de las promesas y visiones vacías, así tal vez podríamos llenar nuestra esperanza, nuestras heridas, pronto tuve que moverme en el círculo de la muerte con mis compañeros...que escupían nervios y viejos recuerdos, agarré el arma que haría entrar a los héroes al círculo de la muerte por lo menos compartiendo un camino.
Me pregunté, eso se supone que era importante. Si tal vez en el momento donde los anuncios de gloria y honor para mi pueblo no hubieran sido tan aceptados por mí. Donde en vez de tener compañeros de guerra y algunos difuntos amigos, tuviera unos para toda la vida, pero ya era muy tarde no paraba de repetirme, los ojos de ellos nos observaban con la determinación cosa que había perdido, igualmente intentaba que mi propósito no se debilitara porque desde mi llegada a la playa, ya no solo sería mi pueblo, sería mi vida por la cual lucharía.
Pero la batalla de las olas me esperaba, disparaba con temor a los héroes...después de todo lo que nosotros llamábamos libertad no era más que villanía, pero quería ser alguien salvado, seguí y seguí disparando, quería seguir recordando, lamentándome de los deseos de nuestros sueños y su falla inminente, igualmente pensaría la razón por la cual nuestra fe había volado como las balas a los soldados que luchaban por entrar en tierra...la tierra que pisaban también era traicionera para nosotros, nos engañó sin mostrar el peso de la guerra y dejando sostenerse al engaño...igualmente algunas ideas nos trajeron llenos de heridas...incluso con soldados falsos y armas inutilizadas esperándonos en las demás playas.
Mis manos se detuvieron lentamente en la presión del arma...sentí, sentí una fe arrasadora...los botes hundidos de nuestros enemigos...los muertos que veían mis ojos...todo era desesperación...pero sentí algo...soldados corriendo pasando nuestras defensas...muriendo, pero aguantando a cada vez.
Yo...decidí dejar de disparar después de todo...observe a mis compañeros aun luchando pero nadie sería un héroe para nosotros...la pelea de las olas la cual el mar arrasaría a nosotros, la tierra...igualmente decidí agarrar un arma como un último aliento de vida...tal vez cuando vi las propagandas de la guerra pensé ser...el ultimo salvador, pero al sentir las balas atravesando mi cuerpo, pensé que realmente seria el último en desear libertad...mi sangre empujo mi cuerpo al suelo...mi boca repetía, Omaha Omaha, siendo esta la oficial que me regalo la libertad.
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