CICLO PROYECTIVO
A propósito de cuatro obras de Mario Mendoza
Instituciones y pueblo: Una batalla en la que está en juego el futuro de nuestra sociedad


La Modernidad tiene a las personas cegadas. Por medio de la locura se cuela la realidad. Eso fue lo que escribí hace un tiempo, después de leer uno de mis capítulos favoritos de Lady Masacre. Es increíble cómo, al cabo de unos meses, aquello que empezó como un simple pensamiento que anoté al costado de la página, evolucionara en una compleja estructura que conecta cuatro libros de este maravilloso escritor.
Mario Mendoza representa la cultura colombiana en una forma cruda, que le permite al lector reflexionar acerca de las crecientes problemáticas presentes en nuestro contexto. Por esta razón me he sentido atraída por sus novelas, por ese mundo que funciona como un espejo tanto individual, como social.
Después de extraer y estudiar las partes más esenciales de Lady Masacre, Akelarre, Bitácora del naufragio y La melancolía de los feos, propongo que para Mario Mendoza: Las instituciones políticas y religiosas son alejadas de su propósito original, son contaminadas por la arrogancia y la codicia, no aceptan el daño que le hacen a la clase dominada; al contrario, la engañan para mantener su posición de poder. La opresión lleva a la sociedad a un punto de no retorno del que sólo aquellos que se salen del encasillamiento nos pueden liberar.
Las instituciones han abandonado el propósito original
La primera parte propone que las instituciones políticas y religiosas dejaron atrás su propósito original para ser conducidas por la arrogancia de la clase dominante. Tanto la iglesia como el gobierno abandonaron casi por completo al pueblo. Fueron cegados por la codicia que emerge de los integrantes de la clase dominante, lo que produjo conflictos, desconfianza y engaños dentro de las instituciones. Esto contaminó desde el interior el propósito vital que originalmente se propusieron cumplir: guiar y cuidar al pueblo que actualmente implora por ayuda.
Las instituciones abandonan al pueblo
La segunda ruta propone que, para mantener la posición cómoda de privilegio que las instituciones han adquirido por la alteración –casi eliminación– del propósito original, pasan por encima del pueblo para beneficiar a unos pocos, es decir, la clase dominante. La codicia se apoderó de la religión y la política; ahora les es imposible ver al pueblo. Niegan a la clase dominada como una parte vital para el funcionamiento de toda la sociedad y, tristemente, la clase dominada no parece poder darse cuenta de la fuerza que tiene. Se acostumbra a la violación de la clase dominante, asume una posición sumisa que les permite a las instituciones aplicar una serie de condiciones que imponen para limitar la libertad del pueblo.
Hay que agregar que el encasillamiento afecta de manera distinta a dos subclases principales del pueblo: los sumisos –que suelen ser la mayoría del pueblo– ceden completamente ante los parámetros de las instituciones por lo que no hay fuerza que se oponga contra el encasillamiento. El otro grupo, los excluidos, que son personas que, ya sea por decisión propia o porque simplemente les es imposible encajar en los parámetros, logran crear resistencia contra el encasillamiento, impulsados por su fuerza de creación que los guía a seguir quien en verdad son y lo que en verdad quieren.
El punto de no retorno
De igual manera, el análisis plantea que los parámetros, además de limitar la libertad de la clase dominada, hacen que esta caiga en el encasillamiento –situación que ocurre cuando la clase dominada controla a la clase dominante por medio de los parámetros–, lo que nos lleva hacia un punto de no retorno, en el que va a ser imposible que la sociedad avance y evolucione. Lamentablemente este fatal destino es mucho más cercano de lo que creemos y, si no tomamos las riendas de nuestra sociedad, si no tomamos las decisiones eficaces y suficientes que la cobardía de la clase dominante no aplica, el punto de no retorno será inevitable y causará estragos irreversibles a toda la sociedad.
Los excluidos son los nuevos líderes
Y finalmente, el análisis nos permite concluir de la obra de Mendoza que la única forma de desarrollarnos hacia la Modernidad mediante la correcta evolución de la sociedad es dejarnos guiar por la fuerza de creación que poseen los excluidos. Permitir que la sociedad cambie de líder, para darle el paso a una nueva era, una era guiada por la bondad que tienen los excluidos hacía el resto del pueblo, una bondad que persiste a pesar del daño al que son sometidos por culpa de toda la sociedad. Los excluidos son las personas que en verdad desean el bien común, por lo tanto, las más adecuadas para liderar la Modernidad.
En este momento, lo más seguro es que surja la pregunta: Y toda esta teoría conspirativa, ¿qué tiene que ver con la literatura de Mario Mendoza? La respuesta es: los cuatro libros argumentan cada una de las partes del análisis. Akelarre. y Lady Masacre sostienen que la iglesia y la política son instituciones que, aunque originalmente tenían el propósito de ayudar, son contaminadas por la arrogancia y codicia de la clase dominante, lo cual genera conflictos entre sus integrantes, como lo muestra Akelarre; con respecto a la iglesia como institución, esta olvidó el propósito original de la religión, debido a que las ansias de poder controlaron a los altos mandos de la iglesia. Hoy, la iglesia es una institución arrogante que se aprovecha de la clase dominada para cumplir sus caprichos, lo que resulta opuesto al propósito de cuidar y guiar espiritualmente al pueblo, dado que antivalores tales como el bien individual, la envidia y el desdén por los demás rigen en la institución; en vez de cuidar, liberar y bendecir a las personas que de verdad necesitan de su apoyo. Así mismo, se evidencia en Lady Masacre, acerca de la institución política, altera el propósito original del gobierno con el fin de llenarse de poder, dado que su intención es canalizar la política hacia la satisfacción de los propios egos, fortalecidos por la comodidad que poseen en su posición de autoridad. Además, la corrupción y las mentiras son ahora una característica esencial de la clase dominante y de la institución de la política, incluso entre sus integrantes, justamente porque esta fue creada a partir de mentiras, lo que provoca que ni los propios integrantes de la misma puedan confiar los unos en los otros.
Esos mismos libros –Akelarre y Lady Masacre– sostienen que las instituciones, además de ser arrogantes y codiciosas, pasan por encima del pueblo, ignoran y cortan la conexión con la clase dominada que pide su ayuda. La clase dominada olvida la fuerza que puede tener y adquiere una posición sumisa frente a la violación por parte de las clases dominantes. Como indica Akelarre con respecto a la institución religiosa, es una institución cobarde que ignora las necesidades del pueblo debido a que esta dejó al pueblo desamparado, después de prometerle que cubriría sus necesidades espirituales, el pueblo le dio el poder y, a cambio, sólo recibe mentiras. De esta misma forma, Lady Masacre evidencia que la institución política es corrupta porque esta sabe todo el daño que le hace al pueblo, es consciente de la importancia de reparar este error que ha cometido por años y, sin embargo, no piensa en sacrificar un poco de sí misma en pro del beneficio común. Además de lo anterior, la política solo busca el beneficio propio, disfruta de pisotear a su pueblo, como lo muestran actitudes tales como amenazar al pueblo y abusar del poder desmesurado que posee, esto para intimidar al pueblo con el propósito de adquirir el respeto y autoridad que tanto desea.
El siguiente punto es argumentado por los libros Akelarre y Bitácora del naufragio. Este plantea: si la clase dominada cede ante la clase dominante, la sociedad va a llegar a un punto de no retorno en el que quedará estancada sin capacidad de evolución. Por un lado, Akelarre postula que la sociedad está en un momento en el que pronto llegará a una posición de la que no vamos a poder salir sin consecuencias inevitables, puesto que es una situación que no está tan lejos como creemos y que va a producir estragos, no solo en nuestra sociedad, sino en todo el planeta. Así mismo, cada vez nos acercamos más al fatal destino de nuestra sociedad. Esto se infiere de que el punto de no retorno es inevitable. Si no hacemos algo para guiar nuestro rumbo hacia un futuro próspero, el daño va a ser irreparable. De esta forma, Bitácora del naufragio sustenta que el pueblo es controlado por la clase dominante y es la causa por la cual la sociedad llegará a un punto de no retorno, debido a que la clase dominada se deja llevar por las decisiones no efectivas e insuficientes de la clase dominante y, más específicamente, por las instituciones aprovechadas y cobardes.
La siguiente parte surge a partir de los libros Bitácora del naufragio y La melancolía de los feos. Estos dos proponen que los parámetros nos condenan al estancamiento de la sociedad, por lo que la única forma de desarrollarnos hacia la modernidad de manera correcta es dejarnos guiar por los excluidos, esas personas que son rechazadas por el resto de su pueblo: los sumisos. Los excluidos son nuestra única oportunidad para salir adelante. Bitácora del naufragio sustenta que son las personas que se salen del encasillamiento de las instituciones, por ejemplo, las generaciones más jóvenes, que se salen de lo establecido por los parámetros, se convierten en los excluidos que en un futuro liderarán la sociedad. Así mismo, los excluidos son aquellos que nos van a guiar hacia el futuro que necesitamos, alejado del punto de no retorno, como lo muestra el ejemplo de aquellos intelectuales que eran discriminados por no encajar en los parámetros de las instituciones, y son ahora las únicas personas que nos van a hacer trascender más allá del punto de no retorno. El siguiente libro, La melancolía de los feos, nos permite deducir que los excluidos son nuestra única oportunidad para salir adelante; son ellas las personas bondadosas que, en verdad, quieren lo mejor para la sociedad, ya que no buscan venganza y, al contrario, solo quieren lo mejor para la sociedad, a pesar de todo el daño que les hemos hecho, debido a que a lo largo de su vida han sido discriminados por querer salir de los parámetros o por no poder encajar en ellos.
Después del análisis y argumentación del porqué de los cuatro libros de Mario Mendoza, sí se puede inferir que las instituciones políticas y religiosas han sido alejadas de su propósito original, para engañar al pueblo y mantener su posición de poder. La opresión que se crea en contra de la clase dominada conduce a la sociedad a un punto de no retorno, del que sólo aquellos que se salen del encasillamiento nos pueden liberar. Esto quiere decir que la obra de Mario Mendoza toca a profundidad la corrupción, ambición e individualismo que tenemos en la actualidad en nuestro país, lo que hace que las novelas del escritor tengan una trascendencia importante en los temas de necesidad que deberían ser discutidos en nuestro país actualmente. Por otro lado, mi análisis prueba que la obra de Mario Mendoza no es simplemente una recopilación de libros: es una red de complejos conceptos, que, por lo tanto, debería ser leída en un orden que permita el fácil entendimiento de esta compleja telaraña para el lector. Con el propósito de brindar entendimiento óptimo de mi análisis recomendaría el siguiente orden: 1. Lady Masacre, 2. Akelarre, 3. Bitácora del naufragio, 4. La melancolía de los feos.
Me gustaría retomar la importancia de la problemática que trata este análisis: El poco estudio que se encuentra sobre un escritor tan conocido como Mario Mendoza que cuenta con 24 novelas y más de 20.000 ejemplares vendidos, que ganó premios como el Premio Nacional de Literatura o el Premio Biblioteca Breve, y que inspiró películas como Los iniciados y Satanás. Colombia debería estar lo suficientemente orgullosa de este escritor como para explotar todo el talento que tiene, con el propósito de hacer más conocida esta poética forma de interpretar los problemas que tiene Colombia y especialmente Bogotá. Su lectura puede afectar positivamente tanto nuestro contexto: concientizando a los colombianos de la gravedad de muchas situaciones que se presentan en nuestra cotidianidad, como otros contextos: permitiendo que vean lo valioso de la cultura y el arte colombiano.
Biliografía
- Mendoza, M. (2017). Lady Masacre.
- Mendoza, M. (2019). Akelarre.
- Mendoza, M. (2021). Bitácora del naufragio.
- Mendoza, M. (2016). La melancolía de los feos.