CICLO PROYECTIVO
PRAE: promoviendo la responsabilidad ambiental desde el IAM
Durante este semestre, tuvimos la oportunidad de ser parte del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE) en el Instituto y decidimos enfocarnos en un problema que todos hemos notado pero que a veces pasamos por alto: la falta de conciencia ambiental en el colegio.
¿Te has preguntado cuántas veces no usamos los puntos ecológicos correctamente o simplemente tiramos papeles sin pensar? Justamente, en nuestra práctica, nos propusimos cambiar esto y concientizar a nuestros compañeros. Primero que todo, decidimos abordar tres aspectos clave que ya son pilares del proyecto ambiental del instituto:
- El uso correcto de los puntos ecológicos: Todos hemos visto las canecas de colores, pero ¿realmente las usamos bien? Nuestro propósito fue lograr que los estudiantes, desde los más pequeños en Exploratorio hasta los mayores en Proyectivo, comprendieran la importancia de separar bien los residuos. Tuvimos charlas, videos y actividades para asegurarnos de que todos supieran qué va en cada caneca y por qué importa.
- La caja de reciclaje de papel: Otra meta era enseñar a usar correctamente la caja destinada solo para papel. No es solo cuestión de tirar cosas; es entender que reciclar bien puede hacer una gran diferencia. Además, este esfuerzo crea hábitos sostenibles y creemos que, si empezamos por el papel, podemos extender esto a otros materiales.
- El uso de la “gota” de limpieza: Aquí es donde quizás más aprendimos todos. La idea era reducir el consumo de agua en los salones usando la gota de manera eficiente. Queremos que, si un salón no queda limpio, los propios estudiantes se hagan responsables. Y créannos, cuando les toca limpiar, ¡aprenden rápido a cuidar mejor el espacio!
Nos dividimos para trabajar con distintos ciclos y adaptamos nuestras actividades a cada grupo. En Exploratorio, por ejemplo, organizamos una presentación sobre las “tres R” (reducir, reutilizar, reciclar) y mostramos videos sobre cómo separar basura correctamente. Luego hicimos un juego donde los niños tenían que clasificar imágenes de desechos en la caneca correcta. Para los ciclos Contextual y Proyectivo, nos reunimos con los comisionados ecológicos. Les dimos información sobre la caja de reciclaje y la “gota” para que ellos también nos ayudaran a transmitir el mensaje. Fue genial ver cómo tomaron en serio sus roles y empezaron a motivar a sus compañeros.
Además, estuvimos en constante comunicación con nuestra directora de práctica, Natalia Fonseca. Nos reuníamos los viernes para contarle cómo nos estaba yendo y ajustar nuestras actividades según sus recomendaciones. También fue una gran ventaja que nuestra directora de práctica fuera directamente la coordinadora del PRAE. Poco a poco, vimos cambios en la actitud de los estudiantes. Especialmente en los más pequeños, notamos que después de nuestras actividades estaban mucho más interesados en cuidar los puntos ecológicos. Sentimos que realmente estábamos sembrando una semilla de responsabilidad ambiental en ellos.
Para nosotras, esta experiencia fue mucho más que una simple práctica. Aprendimos que la educación ambiental no es solo un tema de moda, sino una necesidad urgente. Si queremos un mundo más sostenible, tenemos que empezar por nosotros mismos, aquí y ahora. La verdad es que nuestra experiencia haciendo la práctica en el PRAE fue muy buena. Nos encantó poder ayudar en algo tan importante como es el cuidado del medio ambiente, sobre todo desde nuestro colegio. Nos pareció genial que pudiéramos contribuir a mejorar la conciencia ambiental en un lugar tan cercano a nosotras. Lo más bonito fue ver cómo los más pequeños se animaban a participar y aprender sobre cómo reciclar y cuidar el entorno; nos sorprendió mucho su interés y entusiasmo. Fue muy satisfactorio ver cómo nuestras actividades realmente estaban haciendo un cambio. Además, disfrutamos cada paso del camino, tanto por lo que aprendimos como por el hecho de que estábamos ayudando a nuestra propia comunidad escolar.