CICLO PROYECTIVO
¡Hay cine en el Merani!


En el marco del aula de cine de Proyectivo, los estudiantes se dividieron en distintos departamentos de producción y llevaron a cabo un cortometraje. Contaron con varios meses de inducción a los fundamentos imprescindibles del séptimo arte, y un par de semanas para las jornadas de grabación. El fin último del ejercicio era hendir en los conocimientos de una disciplina poco explorada en espacios escolares, pero trascendente y cargada de impacto. Las puertas del mundo de hoy se abren ante una gran variedad de llaves; innumerables de ellas son artísticas. El cine no es más que otro velero para navegar ese mar incierto de la condición humana. Esperamos que, con nuestro proyecto, hayamos podido agregar un granito de arena a la vasta producción cinematográfica de la actualidad.
Sinopsis del cortometraje:
En un futuro cercano, la imaginación de los niños se ha vuelto el recurso más valioso y explotado por la humanidad. Decenas de niños son mantenidos en claustros donde los científicos extraen de su mente la energía más pura que ha presenciado el planeta. De los cuatro a los quince años, los niños son expuestos a constantes extracciones, y como regla general todos los seres humanos deben pasar por el mismo proceso. Años después, algunos adultos recuerdan su infancia como un soldado recuerda la guerra, porque fue en la infancia cuando cumplieron su más importante labor; a partir de entonces solo vivieron a costa de la energía producida por nuevas generaciones. Sin embargo, una tarde borrascosa, los científicos se topan con un hallazgo inconcebible; una niña entra a la sala de extracción, hunde su cabeza en el casco metálico, frío, hermético, y cuando las turbinas se activan solo produce silencio. Pasan los minutos y no sucede nada. Los científicos rectifican el buen estado de sus aparatos; revisan el extractor; intentan hallar una causa, pero ya la energía no fluye a través del cable. ¿Qué sucederá con el único niño que ha nacido sin imaginación?
Los invitamos a intervenir ustedes mismos, a través de su observación, en la historia que el aula de cine se atrevió a contar. Esperamos que encuentren, durante los siguientes minutos, un puente con alguna región de su propia vida. De eso se trata el cine. Nos llevamos la vibración de la cámara en las manos y la esperanza de que alguien pueda sentirla, en otro lugar, atrapado en la secuencia de un plano contra plano.
Jacobo Peña Mesías, director.
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