Emanuel
Vega Granados
30 de noviembre de 2024
“You can't connect the dots looking forward; you can only connect them looking backwards. So, you have to trust that the dots will somehow connect in your future.”
Steve Jobs
Al culminar mi aventura en el Merani solo puedo agradecer. Recuerdo haber llegado el primer día, lleno de emoción y esperanza por este nuevo colegio al que había entrado. Todo se veía tan grande y tan nuevo. A medida que crecía cada espacio se volvía más pequeño, pero a la vez cada uno fue adquiriendo una historia que contar. Puede que haya sido una charla sobre cuál es el carro más rápido del mundo, una “jalón de orejas” por mis rendimientos o la charla más honesta y profunda que me podría haber imaginado. Estoy agradecido por esto, puede que en el momento no importase, pero cada uno de esos momentos me hizo quien soy.
Esta aventura no la hice solo. Agradezco porque estuve rodeado de los mejores amigos que pude haber pedido. Algunos los conozco desde el día uno, otros los conocí recientemente, pero de todos ellos puedo decir que fueron de mi apoyo más grande y que muchas veces fueron la razón que encontré para continuar con esta aventura, que de momentos parecía no llevarme al destino que yo esperaba. Siempre recordaré a estas personas, pues juntos nos apoyamos para no desfallecer. Siempre dimos nuestras batallas juntos. Fuese un nivel, un mal sentimiento o subir hasta la ciudad perdida o la laguna de Humantay, siempre fui capaz de recibir ánimos de estas personas y también animarlos de ser necesario.
Quiero atesorar este mágico momento, pues sé que el esfuerzo que he realizado no ha sido en vano. En estos últimos años hubo muchas ocasiones en que nada tuvo sentido, pues solo veía el momento. Pero una aventura no es el destino al que vas a llegar, una aventura es encaminarse en una travesía que nos lleve a superarnos a nosotros mismos a cada paso. Como humanos vivimos por estos momentos, momentos en los que vemos como todo nuestro arduo trabajo es recompensado, pero para llegar a estos momentos tenemos que hacer ese esfuerzo y confiar en que todo cobrará sentido en su debido momento.
Luke Skywalker es uno de mis personajes favoritos, no solo por su heroísmo, sino por su forma de ser. Los que hemos visto las películas de la trilogía original podemos dar cuenta de que perdió muchas más veces de las que ganó. A pesar de esto siempre se levantaba con la ayuda de sus amigos y seguía adelante. Eventualmente Luke ganó su batalla ¿Perdió muchas veces? Sí, pero no se rindió. Siguió intentando encontrar la bondad en todos los que lo rodeaban y sobre todo no cambió su esencia. Alguna vez Luke dijo que confrontar el miedo es el destino de un Jedi y definitivamente eso encapsula mi aventura.
Comienzo una nueva etapa, puede que a veces no me sienta preparado, pero sé que Dios, mi familia y mis buenos amigos estarán ahí para apoyarme. Esta nueva aventura llamada universidad me emociona y me asusta a la vez. Quiero crear nuevas memorias y poder atesorarlas en mi corazón. A pesar de esto, sé que no faltarán los momentos donde tenga que dar mi batalla contra el temor de no tener un sentido, pero si hay algo que aprendí en el Merani es lo siguiente “No puedo vivir la vida viendo al pasado, porque no hay nada que hacer frente a eso, mucho menos puedo vivir viendo al futuro, lo que puedo hacer es vivir en el momento y dar lo máximo en este”.
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