Emilio
Uribe Espitia

A veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria.
Dr. Seuss

Es increíble pensar cómo pasó de rápido el tiempo, ayer parecía que estaba en Exploratorio y hoy estoy a punto ser egresado…

Para el escrito pensé muchas maneras de redactarlo y pensando me di cuenta de que la mejor manera sería a través de una de mis pasiones: el fútbol.

Todo empezó en la cantera del club llamado IAM, otros la llaman ciclo Exploratorio o divisiones inferiores. En ese sitio empecé a jugar mis primeros partidos como jugador del Instituto Alberto Merani. Siento que lo que más rescato de esa etapa fue que estuve siempre abierto a dejarme llevar por la curiosidad, la diversión y la exploración de nuevas cosas. En esa etapa como jugador, como apenas estaba iniciando, aprendí cómo funcionaban las dinámicas internas del club IAM y tuve mis primeros entrenadores, como Diana, Lelito, Viviana Cantor, Bibiana Rodríguez y Víctor, entre otros. Todos ellos me permitieron divertirme y aprender mientras me adaptaba al club y la cantera. Realmente fueron mis primeros mentores y guías. De verdad agradezco muchísimo su labor.

Después de pasar por las inferiores, debido a mi buen rendimiento dentro y fuera del campo, pasé al siguiente nivel del club, llamado fuerzas básicas. Otras personas también lo llaman ciclo Conceptual. En este nuevo ciclo pasaron muchas cosas. Tuve momentos buenos y malos dentro del club. Comencé a interesarme por más cosas aparte de lo académico, comencé a compartir más y darle más importancia a mis compañeros de equipo y profesores, también comencé a jugar mis primeros torneos oficiales dentro del club. Así mismo, tuve mis primeros problemas con la directiva del equipo. De hecho, tuve una recesión de contrato temporal, que en el club en ese momento se llamaba matrícula. Fue una etapa de crecimiento y conocimiento personal tanto como jugador como persona.

El proceso deportivo continuó y logré llegar a la segunda división del fútbol profesional colegial. Por fin llegué a la liga del ciclo Contextual. En este ciclo, debido a que fui un fichaje bastante joven, empecé la liga muy desconcentrado porque estaba en plena adolescencia. Comencé a darle total prioridad a lo social, quería despegarme de mis representantes (mis padres), molestaba dentro y fuera de las instalaciones del club, se me comenzaba a involucrar con jugadoras del equipo femenino, en fin, en Contextual mi vida dio un giro total y las prioridades también. Afortunadamente, toda esta presión y cambios que estaba viviendo los supe llevar con mis nuevos entrenadores, como Luisa Zorrilla, Harlyn Gutiérrez, Henry Sampedro, Natalia Fonseca y Diego Cely. También cabe resaltar que, cursando las últimas temporadas en el ciclo Contextual, debido a un fuerte virus, todos los partidos y entrenamientos del club se suspendieron y comenzamos a tener prácticas virtuales. Agradezco a los profesores del momento por intentar siempre que el ánimo y la actitud de cada uno de nosotros siempre estuviera bien.

Y hasta que llegó el día, llegué a primera división, llegué al ciclo Proyectivo. Para este momento ya era un jugador experimentado, con varios partidos a la espalda, con muchas experiencias y momentos vividos y con grandes relaciones de amistad dentro y fuera del terreno de juego. Este ciclo en lo personal fue de muchísimo crecimiento y goce. Mis amigos comenzaron a volverse como hermanos, mis profesores se volvieron mis guías, las materias nuevas oportunidades para proyectos de vida. El colegio se volvió una segunda casa. En el ciclo Proyectivo me uní mucho más con el equipo y lo convertí en una familia de la que estoy 100% orgulloso. Agradezco a cada uno de mis compañeros y compañeras con los que pude compartir cancha porque cada uno ha mostrado lo valios@ que es. Este equipo llamado PROM 2024 no solo es el mejor equipo en el que pude haber estado, sino que es el equipo en el que soñé estar en algún momento. Gracias por todos los momentos compartidos, desde nuestros viajes como equipo a visitar otros estadios en Ciudad Perdida o en Perú hasta cualquier charla y risa dentro de las concentraciones del equipo en las instalaciones del Merani. 

Por último, solo quiero mencionar algunos entrenadores como Cediel, Óscar Marín, Mechas, Ángel Pérez, Iván Escobar, Jorge Muñoz, Milton y Diego Infante, porque cada uno de ustedes ha hecho que mi paso por primera división sea más llevadero y emocionante. También agradezco a algunos de mis compañeros de equipo como Juan Esteban, Nicolás Hovanyi, Gabriel Cadena, Víctor Pabón, José Manuel Peña, Daniel Torres, Juan Pablo Rincón, Santiago Pardo, Jacobo Peña, Tomás Olaya, Alicia, Laura, María Paz, Huayra, Sara Daza, Sara León, Irene, por ser unos inmensos compañeros de vida y de campo.

Tampoco me puedo ir sin agradecer infinitamente a mis representantes, hinchas, entrenadores, directivos. Todo eso lo representan mis papás. Mil gracias por darme la oportunidad de jugar para el club IAM y por apoyarme incondicionalmente así el partido estuviera muy complicado. Nunca dejaron de creer en mí y nunca dejaron de apoyarme. Los quiero un montón. Ya para finalizar agradezco también inmensamente a mi consejero, a un exjugador del Merani que en su momento fue figura del club y también referente. Mil gracias, hermanito, por apoyarme siempre y ponerme los pies en la tierra.