Juan Esteban
Lindarte Arbeláez

Los sueños no se cumplen a menos que los persigas.
Cristiano Ronaldo

Al mirar hacia atrás, me sorprende la belleza de todo lo que hemos construido juntos en estos años. Nos encontramos al borde de un nuevo comienzo, un momento que me invita a reflexionar sobre lo vivido y a soñar con lo que está por venir. En este camino, cada instante, cada risa y cada lágrima han sido las notas que componen la melodía de nuestras vidas. Estos años han sido un viaje de descubrimiento y crecimiento, un recorrido en el que cada día se me ha presentado como una nueva oportunidad. No siempre fue fácil; hubo días en que las dudas me envolvieron y los desafíos parecieron insuperables. Sin embargo, cada obstáculo se convirtió en una oportunidad, enseñándome que en el dolor y sacrificio también hay fortaleza, y que en cada caída hay una lección que me impulsa a levantarme con más sabiduría y determinación.

Quiero expresar mi profunda gratitud a todos los maestros, compañeros, familiares y fuentes de inspiración que han sido parte de esta travesía. Cada uno de ustedes ha dejado una huella imborrable en mi corazón, ayudándome a descubrir quién soy y a abrirme a un mundo de posibilidades. Recuerdo mi primer día aquí, lleno de nerviosismo y expectativa, y cómo ese miedo se transformó en confianza en un entorno donde cada persona es valorada y apreciada por su esencia única. Desde aquel momento, supe que estaba en un lugar donde podría crecer.

La diversidad que encontré en esta institución ha sido un regalo invaluable. Aprendí a celebrar nuestras diferencias, a encontrar belleza en la individualidad y a comprender que juntos somos más fuertes. Cada conversación, cada proyecto en grupo y cada actividad le han aportado a mi vida de maneras que no podría haber imaginado. Las ideas que compartimos junto a todos los que nos han acompañado han sido un apoyo para mí, para mi mente y mi corazón, ayudándome a ver el mundo de manera diferente y a valorar la diversidad que nos rodea, algo que en el colegio llamaríamos multiperspectivismo.

Pronto daré el salto hacia lo desconocido y, aunque la nostalgia me inunda por lo que dejo atrás, lo hago con el corazón completamente lleno de gratitud. Cada rincón de este colegio guarda recuerdos que siempre llevaré conmigo, como un cálido abrigo en los días fríos. Los pasillos por los que pasé, todos los descansos que pude tener, las risas compartidas y las charlas con todas las personas que fueron significativas para mí son tesoros que guardaré en mi memoria para siempre. Cada uno de esos momentos ha sido un ladrillo en la construcción de la persona que soy hoy y serán los cimientos de la persona que seré mañana.

Con una mezcla de emoción y melancolía, me despido de esta etapa tan significativa de mi vida. No puedo evitar sentir un nudo en la garganta al pensar en las despedidas y en lo que dejaré atrás. Sé que las amistades que he creado aquí son más que simples conexiones; son lazos que perdurarán a lo largo del tiempo. Siempre llevaré en mi corazón a aquellos que han sido parte de mis días, que han compartido mis sueños y que han estado a mi lado en los momentos de incertidumbre.

Con la certeza de que cada paso, cada encuentro y cada desafío han valido la pena, agradezco a todos los que han sido parte de mi historia. Ustedes han sido mis guías, mis amigos y mis cómplices en este viaje que ha sido la vida escolar. Mirando hacia adelante, abrazo el futuro con esperanza, sabiendo que lo que hemos vivido juntos será la base sobre la cual construiré mis próximos capítulos.

Con todo mi cariño y sinceridad, les digo: infinitas gracias por haber sido parte fundamental de mi viaje.