Ícaro Memorias 2024 Proyectivo C

Manuel Eduardo
Vásquez Vergel

Manuel Eduardo Vásquez Vergel
30 de noviembre de 2024
Foto: Sebastián Zamudio


Compartir en:

Luego de unos años de estrés y largas horas de arduo trabajo, me pongo en la tarea de volver en el tiempo, ver la historia del colegio que yace a mis espaldas y tratar de reducirla a un párrafo como lo han hecho varias promociones antes que yo. Pero ¿qué decir?

Hace unos años empecé a leer Ícaro memorias, pero no pensaba que llegaría el día en que fuera yo quien estuviera entre sus páginas. Ahora que estoy aquí, me surgen dudas que no pensé tener que enfrentar: ¿qué hice de especial durante casi trece años en el Merani? ¿Qué le voy a decir al Merani antes de irme?

Ha pasado un largo tiempo desde que entré al colegio. En aquel entonces aún no sabía bien qué pasaba a mi alrededor ni lo que el futuro me depararía, pero estaba feliz, feliz porque había entrado a un colegio que consideraba como “colegio grande”. Entré en Exploratorio Alfa y rápidamente hice una amistad con Juanes, pasaba prácticamente todos los descansos con él jugando y molestando, siempre lo consideraré como mi primer gran amigo en el colegio, y a quien aprovecho este espacio para agradecerle.

Dentro de las rutinas diarias, durante años, siempre surgía algo nuevo, un nuevo mundo, un nuevo tema, un nuevo interés o una nueva amistad. El círculo se expandía a medida que el tiempo pasaba. Quiero darle un lugar importante en mi relato a mi grupo de amigos, sin excluir a todos los demás que por el espacio no alcanzo a mencionar. Especialmente a Jacobo y Hovanyi, a Samuel, a Ivanna y Alejandra, ellos han sido los que me han apoyado y guiado en diferentes momentos, materias y decisiones, han sido muy buenos amigos y quería dedicarles estas palabras.

Portada



A los profesores también quería dedicarles unas líneas, pues en general han sido un gran apoyo y me han acompañado y ayudado a formarme y a saciar algunos de mis intereses. En especial quería darles unas palabras de agradecimiento a Melissa y a Mechas, quienes han sido de los profesores más significativos de los últimos años y me han permitido ahondar en diferentes gustos. Ustedes han sido un pilar grande en mi proyecto de vida.

Asimismo, a los profesores que han hecho que el Merani sea lo que es y que me han permitido crecer en él quiero agradecerles, desde Jissell en Exploratorio hasta Cediel en Proyectivo.

Para ir cerrando me gustaría hablar del Merani como institución. Siento que lo he criticado mucho, tirándole muy duro, en algunos momentos más que en otros, pero ahora que lo veo en retrospectiva, nunca pensé en irme del colegio y, por el contrario, me gustó mucho y fue sin duda el mejor colegio en el que pude haber entrado. No me imagino mi vida en otro colegio o con otros compañeros. Hoy me doy cuenta de que esos momentos de cuestionamiento también son parte de lo que hace especial al Merani, un lugar donde se nos enseña no solo a aceptar, sino también a pensar, a cuestionar y a buscar siempre mejorar. Ahora que me despido del Merani luego de tantos años, que a la luz de este escrito parecen pocos, me doy cuenta de que el Merani ha sido más que un simple colegio. Ha sido un lugar donde he crecido, no solo académicamente, sino como persona. Cada experiencia, cada amistad y hasta cada crítica han sido parte de este camino que culmina pronto, luego del pasar de los años, queda la gratitud y ese sentimiento de haberlo logrado, de que el esfuerzo valió la pena y que junto a mis compañeros pronto nos graduaremos.




FacebookSíganos en Facebook
FacebookSíganos en Instagram
youtubeSiga el Canal
TwitterEscúchenos en Spotify
TwitterSíganos en Tiktok
TwitterSíganos en X
icaritoVisite Icarito
social
social
social
social
social
social
social