Manuela
González Morales

“This is the end of every song that we sing”, es el verso de apertura de Alone, el primer sencillo que saca The Cure después de 16 años de su último álbum. Es una canción que, incluso con el paso del tiempo y las transformaciones que ocurren en las grandes mentes detrás de ella, conserva escondida detrás de las guitarras melancólicas la elegante percusión condenada y la romántica y majestuosa voz de Robert Smith, la esencia etérea de cada trabajo anterior a este. Sí, es una canción sobre cierres, inspirada en el cambio, en lo efímero del tiempo, pero más importante, es una canción sobre permanencia. El mundo gira, el tiempo pasa, las personas van y vienen, pero a pesar de todo nuestra esencia puede quedar intacta…

A diferencia de muchos de mis compañeros, este texto no era algo que llevara años esperando. Para ser sincero, hasta hace algunos días no tenía ni idea de qué escribir, no porque no fuera importante, sino porque en el fondo se trata de la mayor despedida que he hecho en mi vida hasta ahora. ¿Cómo te despides de la única realidad que conoces? ¿Cómo te despides de alguien a quien ves a diario, sabiendo que quizás ya no los volverás a ver con la misma frecuencia? ¿Cómo me despido del lugar que ha formado mi esencia, que me ha hecho trascendente en la vida de otros y que me ha permitido ser auténtico y libre como ningún otro podría?

Precisamente escuchando Alone me di cuenta de que tarde o temprano me iba a tener que despedir, que el mundo gira, la vida cambia y las personas se van, pero eso no significa que algo de su esencia no se guarde en mí y viceversa. Atesoraré cada experiencia que tuve en mi tiempo en el Merani, cada risa con mis amigos, cada abrazo de mis padres, cada vez que pisé un escenario, cada debate, cada falla que tuve, porque cada una de esas experiencias me ha llevado a construir una esencia propia y única, me han motivado a ser y expresarme como deseo hacerlo, a inspirar a otros con mi arte, a cuestionar mi realidad y a querer aprender con la pasión que me caracteriza. Cada una de estas experiencias es la esencia de otros construyendo en mí y en tanto exista ellos también van a permanecer.

Quiero decir que, incluso si me voy en cuerpo, mi esencia va a estar siempre presente en el colegio a través de cada maravillosa persona que me formó por estos 12 años, porque hay un pedazo de mí en ellos. Gracias a mi familia, amigos, pareja, profesores y compañeros permanezco, incluso si esta es la última canción que cantamos todos juntos. Hoy me voy y aunque quizás no vuelva pronto espero se lleven una parte de mí con ustedes, justo como planeo hacerlo yo.

Es así como entre guitarras melancólicas y misteriosas percusiones me despido, este es el final de cada canción que alguna vez cantamos juntos.

Agradecimientos especiales:
A mis papás por su amor incondicional y apoyo, a mis profesores por enseñarme con respeto y paciencia, a mis amigos por mostrarme que soy capaz de más de lo que creo, a mis profesores de arte por permitirme sentir, afectarme y decir todo lo que no podría con palabras, a mi bfffforever y #1 stage partner, por darle risas a mi vida y un brillo único al escenario, a mi hermanito porque su cariño y orgullo me mantiene a flote y a mi pareja por cuatro años de amor apasionado, apoyo y profundo respeto.