Fercho Tamayo: hombre de mil pétalos

ÍCARO

VIDA MERANISTA IAM

Hombre de mil pétalos. Seductor de la vida, capaz de hacer bailar a las estrellas con la vibración de las cuerdas de tu guitarra. Creador de mundos fantásticos en los que resuenan las sonrisas de los niños. Con cientos de ellos fuiste construyendo una misma huella; en cada dedo de sus manos ibas dejando cientos de historias. Iluminados por el relámpago de tu partida, niños, jóvenes y adultos vamos volando hacia ti. Es a través de este viento, viento, viento que vuela lento, lento, lento que podemos alcanzar tu vuelo. Es el perfecto aleteo de ese colibrí el que garantiza nuestra llegada a ese nuevo lugar que te abre las puertas de par en par para dejar entrar tu alegría siempre única.

Ahora que has emprendido un viaje, al que seguramente te fuiste brincando en punta de pies en el océano mientras jugabas a darle volteretas en el aire a tu cachucha de paño azul, escuchamos hasta este continente las castañuelas, zambombas, dulzainas y los albogues que te saludan y dan la bienvenida a su tierra porque saben que ha llegado uno de los suyos.

En el Merani seguiremos moviéndonos con el vibrato de tu voz que aún resuena en nuestras mentes y corazones a través de tus cantos, rimas y trovas. Es justamente en esta tierra que dejaste vibrando que hemos descubierto que somos semillas. Y como buen jardinero que eres, dejaste en nosotros el abono necesario para florecer para ti de enero a diciembre. Serán nuestros pétalos amarillos, blancos y rojos los que se desplieguen para recordarte que, en este prado por el que caminase durante tantos años, todos y cada uno nos unimos en una sola voz para decirte: TODOS SOMOS MARGARITA.

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Todos somos margarita